Está a punto de suceder algo terrible
Al algoritmo no le importan tus sentimientos
Esta pieza es una traducción al español del artículo de Steve QJ.
La vida del samurái no era un paseo por el campo.
Quiero decir, claro, estaban la armadura elegante y el estatus social y las espadas molonas, pero también estaba la omnipresente amenaza de la batalla y la obligación de abrirte las tripas al más mínimo indicio de deshonor. Existía el conocimiento de que, como Katō Kiyomasa lo expuso, tu única motivación debería ser “agarrar las espadas largas y cortas y morir.”
Con el fin de lograr el estado mental necesario para hacer frente a todo esto, los samuráis practicaban una forma de meditación conocida como Maranasati o “conciencia de la muerte” en la que mantenían a la muerte al frente de sus mentes. Concentrándose en todas las formas de angustia y tortura que podían imaginar:
La meditación sobre la muerte inevitable debe realizarse diariamente. Todos los días, cuando el cuerpo y la mente de uno están en paz, uno debe meditar sobre ser desgarrado por flechas, rifles, lanzas y espadas, ser llevado por olas que se levantan, ser arrojado en medio de un gran fuego, ser golpeado por un rayo, ser sacudido hasta la muerte por un gran terremoto, caer de acantilados de mil pies, morir de enfermedad o cometer seppuku a la muerte de su maestro. Y todos los días, sin falta, uno debe considerarse muerto.
Caray.
Pero por más sombrío que suene, para el samurái, simplemente significaba enfrentarse a la realidad. Al aceptar que algo terrible podría suceder en cualquier momento eran capaces de actuar sin miedo ni vacilación.
Podían ir a la batalla con la mente despejada.
En 2022, tenemos nuestra propia versión de la conciencia de la muerte. Se llama “las noticias”.
Todos los días, cuando nuestros cuerpos y mentes deberían al menos tratar de encontrar la paz, estamos invitados a meditar infinitamente sobre la muerte, la enfermedad y el sufrimiento.
¿Te preocupa que tú o tus seres queridos pilléis el coronavirus? Aquí tienes tu dosis diaria de números de casos mal contextualizados, teorías de la conspiración ridículas y entrevistas con imágenes de cementerios distribuidas por ellas (adivina en qué estamos tratando de hacerte pensar de esta forma tan sutil).
Estamos dispuestos a arriesgarnos a dejarte completamente confundido sobre en qué información confiar porque las noticias que no te aterrorizan obtienen menos clics.
¿Te sientes aplastado por el racismo? Aquí tienes imágenes de una persona negra siendo asesinada por un oficial de policía blanco en un bucle sin fin. Seguiremos así hasta que creas que esto está pasando mil veces más a menudo de lo que lo hace.
¿Son los blancos víctimas de la brutalidad policial también? ¡Por supuesto! ¿Resolveríamos este problema antes si reconociésemos que es un problema social más que racial? ¡Casi seguro! Pero, ¿quién ha dicho que estemos interesados en resolver problemas?
¿Eres trans? No te preocupes, te tenemos cubierto también. Aquí tienes una lista anual de cada persona trans que ha sido asesinada debido a la “violencia transfóbica”. ¿Por qué las cifras escalofriantes, dices? Porque no hemos hecho absolutamente ningún intento de verificar si la identidad de género de las víctimas tuvo algo que ver con su muerte.
No importa que enmarcar sus muertes como crímenes de odio borre actos de heroísmo, desinterés, y violencia doméstica. No importa el daño psicológico que se hace a los jóvenes trans al insinuar falsamente que sus vidas están en constante peligro. Estamos aquí para convencerte de que el mundo te odia, aunque lo contrario es lo cierto para la gran mayoría de las personas.
Como señala Stephen Pinker en su libro, Racionalidad hay una asimetría en la información que se nos presenta. Los ataques de tiburones son noticia, pero el hecho de que es mucho más probable que mueras ahogado no lo es. Un recuento diario de muertes por COVID es noticia. Pero la tasa de mortalidad de ~1% no lo es. El hecho de que la policía no disparase a Kyle Rittenhouse mientras vagaba por las calles con un arma semiautomática es noticia. Pero el hecho de que las Nuevas Panteras Negras llevasen armas semiautomáticas al juicio de Arbery no lo es.
Si es lo suficientemente aterrador, deprimente o exasperante, el algoritmo todopoderoso lo golpeará contra tus ojos hasta que estés constantemente preparado para un golpe que no llegará. La paranoia comienza a parecer racional en lugar de, bueno… paranoica. Y finalmente, incluso si no piensas en ti mismo como un muerto, se hace difícil creer que no estás en peligro constante.
El concepto de conciencia de la muerte ha surgido de varias formas a lo largo de los años. “Recoged los capullos de rosa”, memento mori, incluso #YOLO. Canalizado correctamente, el recordar que algo horrible podría estar a la vuelta de la esquina puede inspirarnos a vivir la vida al máximo.
Pero la versión del siglo XXI logra exactamente lo contrario.
Nos enseña a ver a los enemigos cuando no están allí, nos alienta a ver el odio y la intolerancia cuando no existen, y nos tienta a exagerar los peligros que existen hasta que estemos abrumados por el miedo y el pesimismo. Puedo pensar en al menos una docena de escritores que han dedicado toda su carrera a proclamar que el fascismo, el racismo y la transfobia están constantemente a punto de destruir todo lo que apreciamos. Apuesto a que tú también puedes.
Pero la verdad es que personas como estas han existido en todos los momentos de la historia. Y se han equivocado todas las veces.
La verdad es que incluso acciones aparentemente insignificantes pueden cambiar el mundo para mejor. La verdad es que incluso las personas más odiosas están dispuestas a escuchar si les hablas como a seres humanos. La verdad es que vivimos en el el mundo más seguro, justo y menos intolerante que jamás haya existido. Ni siquiera se acerca. Y este mundo debe su existencia a hombres y mujeres valientes, dedicados y desinteresados que se negaron a ceder a la desesperación.
No digo que no haya trabajo por hacer. No estoy diciendo que no nos enfrentemos a males sociales y morales genuinos. Estoy diciendo que el propósito de educarnos sobre ellos es ver estos males lo más claramente posible. No subestimarlos ni tampoco exagerar. Para resolver luchar contra ellos en lugar de ser aplastados por el miedo y el resentimiento.
Una vez hecho eso, podremos ir a la batalla con la mente despejada.
Steve QJ escribe sobre raza, política, y cultura. A veces sobre otras cosas. Casi siempre es educado. Lee más de sus artículos en https://steveqj.substack.com
Presentando The Commentary. Una selección de conversaciones divertidas, fructíferas y frustrantes sobre raza, política y cultura. Únete aquí.